martes, 9 de agosto de 2011

¿De qué están hechas todas las cosas?

¿De qué está hecho éste libro? ¡De papel!
¿Y el papel de qué está hecho? Ahí está el problema.
Los sabios antiguos también se preguntaban:
¿De qué están hechas todas las cosas, la madera, las piedras, la sangre?
algunos dieron respuestas sencillas:

Durante mucho tiempo creyeron que el aire, el agua, la tierra y el fuego componían todo lo que se puede ver y tocar. Entonces los sabios dijeron: 
-Estas son cuatro cosas que no están formadas por ninguna otra. Son ellas las que forman todas las demás. Las llamaremos elementos.
Pero estaban equivocados. Eso se supo después.
Porque el aíre, el agua, la tierra y el fuego están compuestos a su vez por otras cosas.
El agua por ejemplo, tiene partes de Oxígeno, el mismo oxígeno que está en el aire. El Oxígeno sí es un elemento. No está formado por otras sustancias.
Con el tiempo, buscando y probando, se encontraron verdaderos elementos
Y eran mucho más de cuatro. ¡Hasta ahora se han encontrado más de cien!
Hay elementos que conoces: son el Oro, la Plata, el Hierro.
Al hierro lo puedes ver en un tornillo de hierro. Pero también está en las espinacas, escondido. Lo comes, pero no lo ves. Ves espinacas.
Los elementos juegan a combinarse de a dos, de a tres, y más: se unen en grupos o en grandes pandillas, y forman las sustancias.
Los elementos se combinan en millones y millones de formas diferentes, y forman millones y millones de cosas. ¡Todo lo que existe!
Este papel...
Una piedra, una pluma, el Sol...
El arroz, la leche...
Y el arroz con leche.


lunes, 8 de agosto de 2011

El quillet de los niños


Esta enciclopedia te muestra todas las cosas: las que están muy cerca, las muy lejanas y las que están dentro de nosotros. Te cuenta cómo son porque sabe meterse dentro de ellas, explora como un explorador y hace descubrimientos.
Después de haberla leído, cuando mires cualquier cosa, una planta o un cuadradito de sol, es posible que veas más y mejor, porque estos libros te dan llaves, para que abras puertas y descubras secretos; por ejemplo, el parentesco entre el cuadradito de sol y la manzana.
Podemos darle nombres a algunas de esas llaves o claves.
Una podría llamase: intriga.
Otra: ganas de saber más.
Otra: ojo penetrante, bueno para observar y encontrar sorpresas en lo que parece más común y silvestre.
Otra: aventurarse a preguntar y no parar hasta haber encontrado la respuesta. Preguntar a los padres, a los maestros y a otros libros.
La enciclopedia te presenta a los niños, los hombres, los animales y los lugares. Y esto es una manera de dar la mano a todas las personas que comparten el mundo con nosotros, con los animales y las plantas.
También te presenta a las personas que vivieron hace mucho tiempo; algunas con sus nombres y apellidos, otras no, pero eso no importa: es como si las conociéramos, porque ellas forman parte, como nosotros, de una familia muy grande que se llama La Familia Humana.
Hace miles de años, muchos de esos hombres hicieron cosas extraordinarias: por ejemplo, cuando ni una sola llama alumbraba la tierra, descubrieron el fuego, que hoy vemos brillar.
Aprendieron a pensar.
Inventaron las palabras, estas mismas que ahora sirven para que conversemos  nosotros.
Lo lindo de las enciclopedias es que no terminan completamente en la última página. Los niños, cuando crecen, agregan otras páginas con fotografías y dibujos de cosas que se formaron y crecieron con ellos, con los cuentos y versos que, un día, alguien escribirá.
Y tampoco terminan entonces, porque los hijos de esos chicos siguen escribiéndolas.